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El Grupo Matte, uno de los conglomerados empresariales más poderosos de Chile, ha construido Parte de su imperio a costa de las riquezas de Wallmapu, imponiendo un modelo de desarrollo extractivista que ha depredado los ecosistemas, despojado a las comunidades mapuche de sus tierras y consolidado una estructura de poder que controla no solo los recursos naturales, sino también el sistema financiero de la región.
A través de CMPC (Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones), los Matte han convertido La Araucanía, el Biobío y Los Ríos en el epicentro de su negocio forestal, expandiendo monocultivos de pino y eucalipto sin considerar los impactos ambientales y sociales que esto ha provocado. Pero su influencia no se limita al sector forestal: también han consolidado un control financiero que afecta profundamente la vida económica en el pais mapuche.
Monocultivo y devastación ambiental
Las plantaciones industriales de pino y eucalipto han generado un desastre ecológico en Wallmapu, contribuyendo a la desertificación, la pérdida de biodiversidad y la crisis hídrica. Lejos de generar desarrollo sostenible, este modelo ha profundizado la pobreza y la precarización laboral en la región. La expansión de la industria forestal ha significado la sustitución de ecosistemas nativos por monocultivos, lo que ha afectado a comunidades mapuche y la producción de alimentos desde la agricultura, encontrándose con un escenario de escasez de agua y la degradación del suelo.
A esto se suman los incendios forestales, que han arrasado con miles de hectáreas en los últimos años. La alta inflamabilidad de las plantaciones de pino y eucalipto, sumada a la sequía inducida por la sobreexplotación de los recursos hídricos, ha convertido a Wallmapu en un territorio propenso a los desastres ambientales afectando a la generalidad de sus habitantes.
El despojo y el conflicto con las comunidades mapuche
La expansión de la industria forestal en Wallmapu ha estado marcada por un proceso sistemático de despojo territorial. Durante el gobierno conducido por ramas militares en Chile encabezada por el exinto Augusto Pinochet, grandes extensiones de tierras que pertenecían a comunidades mapuche fueron transferidas a empresas como CMPC, consolidando un modelo extractivista que ha exacerbado el conflicto entre el Estado de Chile y el pueblo mapuche.
Este conflicto no solo ha sido enfrentado con represión y criminalización, sino también con estrategias de cooptación y control económico. El Grupo Matte ha utilizado su influencia en el aparato estatal para moldear políticas que favorecen sus intereses y han bloqueado cualquier intento de reforma que busque devolver las tierras a las comunidades afectadas.
Uno de los episodios más emblemáticos de la intervención de los Matte en la seguridad del Estado de Chile fue el caso de la Operación Huracán, donde se reveló que CMPC tenía comunicación directa con Carabineros para infiltrar a comunidades mapuche en resistencia. Esta relación entre la empresa forestal y las fuerzas de seguridad ha sido clave en la militarización del Wallmapu, criminalizando a quienes exigen la devolución de sus tierras.
El banco de los Matte y el control financiero sobre Wallmapu
El dominio del Grupo Matte en el Wallmapu no se limita a la industria forestal. A través de Banco BICE, han establecido una presencia financiera estratégica en las principales ciudades de la región, consolidando un modelo crediticio que ha empobrecido aún más a empresarios, agricultores y comerciantes.
El negocio bancario de los Matte en la zona se basa en una estrategia bien calculada: ofrecen créditos en condiciones aparentemente favorables, pero con cláusulas que garantizan que el banco siempre gane. A través de tasas de interés altas, cobros abusivos y condiciones contractuales diseñadas para beneficiar a la institución financiera, muchas empresas y negocios de la región han terminado en la quiebra, cediendo activos y propiedades al banco.
Este mecanismo ha permitido que el Grupo Matte mantenga un control estructural sobre la economía en Wallmapu, consolidando su influencia no solo en los sectores productivos, sino también en la vida cotidiana de la población. Agricultores endeudados, comerciantes que no pueden sostener sus negocios y empresas locales que terminan en manos de grandes conglomerados son solo algunas de las consecuencias de este modelo.
En la práctica, Banco BICE se ha convertido en una herramienta de despojo financiero, complementando la estrategia extractivista del grupo. Si las plantaciones forestales se apropian de la tierra y los recursos naturales, el banco se encarga de capturar la riqueza económica, asegurando que el poder de los Matte en la región se mantenga inalterable.
Un modelo de dominación total
El Grupo Matte ha logrado construir un sistema de control casi absoluto sobre Wallmapu: a través de la industria forestal, dominan la tierra y los recursos naturales; con su influencia política, moldean las leyes y garantizan la represión de cualquier resistencia; y con su banco, capturan la economía local, sometiendo a los habitantes de la región a un modelo financiero que los condena a la precariedad.
Este modelo de dominación no solo ha devastado el medioambiente y profundizado la crisis hídrica, sino que ha transformado la vida económica de Wallmapu en un sistema diseñado para beneficiar a una élite empresarial mientras la población local paga las consecuencias.
El conflicto en Wallmapu no es solo una lucha por la tierra, sino por la justicia económica y social. El pueblo mapuche, junto con otras comunidades afectadas por el extractivismo financiero y forestal, enfrenta el desafío de romper este modelo de dominación, exigiendo no solo la recuperación de su territorio, sino también el fin de un sistema económico que perpetúa la desigualdad y la explotación.
Por Lemunao Neikul