El domingo 26 de enero de 2025, un grupo de asistentes a una “fiesta costumbrista” en Caleta Cóndor, ubicada en la Fútawillimapu y accesible sólo por vía marítima, vivió una tragedia cuando la embarcación Río Cholhuaco zozobró debido a las intempestivas olas provocadas por un fuerte viento previo a una tormenta. Como consecuencia, siete personas perdieron la vida, todos adultos, mientras que otros 27 pasajeros sobrevivieron. Las primeras investigaciones revelan que la embarcación viajaba con sobrecarga de pasajeros provenientes del evento y carecía de personal capacitado. Además, algunos pasajeros, pertenecientes a un regimiento de Osorno, se encontraban bajo los efectos del alcohol.
A pesar del esfuerzo de los medios de comunicación y la institución castrense por calificar como héroes a los militares, los sobrevivientes reconocen a los pescadores como sus verdaderos salvadores.
la borrachera entre las causas
El gobierno de Chile, a través de sus unidades regionales, ha promovido la realización de “fiestas costumbristas” mediante concursos financiados por el 2% de cultura. Sin embargo, con el tiempo, estos eventos han derivado en escenarios donde predomina el alto consumo de alcohol.
Respecto al hecho trágico Héctor Balcázar relató al canal chileno Mega, quien logró sobrevivir a la tragedia, aunque su esposa no “Los cinco suboficiales que subieron a la lancha, dos estaban en presunto estado de ebriedad e incluso iban bebiendo durante el trayecto”. Además, el testigo indicó que “los militares subieron en la segunda parada y se ubicaron sobre el techo de la lancha; eran militares que iban en estado de ebriedad, porque las latas de cerveza saltaban. Creo que eran conocidos del capitán”.
El llamado de emergencia
Un aspecto clave del caso fueron las llamadas de emergencia registradas, que posteriormente se hicieron públicas. Pese a que la ubicación exacta fue proporcionada, la unidad de bomberos de Osorno no logró descifrar y solicitó mayor claridad en la información. Además, se generó controversia en torno a la llamada, ya que se atribuye a un militar la realización de la misma. Esto generó dudas sobre por qué un uniformado con conocimientos tácticos no se comunicó directamente con su unidad militar, sino con una entidad que carece de capacitación en coordenadas geográficas. Estas interrogantes quedarán en manos de la fiscal Amanda de Miguel, quien lleva la investigación.
Mientras tanto, el regimiento al que pertenecen los militares rápidamente emitió un comunicado, en el que reconoce que cinco de sus suboficiales abordaron la embarcación en Punta Tiburones y que pertenecen al Destacamento de Montaña N°9. En el mismo documento, señalan que los uniformados se encontraban fuera de sus horas de servicio y sin fines institucionales. Además, indican que su presencia “contribuyó a las acciones de rescate, cooperando en mitigar en parte la gravedad de la tragedia”. Sin embargo, este relato es puesto en duda por los sobrevivientes, quienes aseguran que los militares estaban en estado de ebriedad y que el capitán de la embarcación no dudó en permitir su abordaje, a pesar de la sobrecarga de la nave.
Reconocimiento a los pescadores artesanales
Otro antecedente relevante es el testimonio de un sobreviviente que, en una transmisión en vivo, encaró a personal de la Armada de Chile, asegurando que los verdaderos rescatistas son los pescadores artesanales de Bahía Mansa. “Fueron los pescadores los que nos rescataron, ustedes llegaron y solo miraron”, dijo el testigo ante la cámara mientras un oficial de la Armada era entrevistado en televisión.
Asimismo, el medio Soy Osorno entrevistó a Elías Salinas, pescador y dirigente de Bahía Mansa, quien afirmó: “los pescadores rescataron al 100% de los sobrevivientes que salieron con vida”. Salinas explicó que en el momento de la tragedia hubo un cambio brusco y momentáneo en las condiciones meteorológicas, con un regreso repentino del viento sur. Su testimonio refuerza la labor fundamental de los pescadores en el rescate, en contraste con el papel secundario que tuvieron las instituciones oficiales en la emergencia.
Por Huenumil Caniqueo