El trawün celebrado el pasado 30 de noviembre de 2024 en el fundo Huite, unidad productiva en protección, donde la Autoridad Nacional Ancestral Mapuche junto a los trabajadores marcaron un hito en la lucha por la soberanía territorial y económica. Representantes de territorios que abarcan desde Galvarino hasta Chiloé se reunieron en un espacio de deliberación profunda, donde reafirmaron su compromiso con un modelo económico basado en la administración responsable de las riquezas de la Ñuke Mapu y la resistencia frente al extractivismo impuesto por el Estado de Chile y las compañias transnacionales.
La jornada incluyó análisis territoriales sobre el impacto de la industria, la perpetuación de los abusos a través del orden establecido, la situación mental colectiva marcada por el racismo estructural y la necesidad de avanzar hacia un modelo económico autónomo que sostenga la restitución de las tierras.
Modelo de Economía para la Soberanía
El encuentro destacó la importancia de avanzar hacia un sistema económico que permita a las comunidades mapuche recuperar el Küme Mongen (buen vivir). Desde el fundo Huite se impulsa un modelo que propone la administración justa de las abundancias en colaboración con la Ñuke Mapu, bajo la dirección del rol tradicional del Gvlmen, fiscal de las riquezas y garante de la distribución equitativa.
“Lo que ocurre en Huite es una convergencia necesaria,” señalaron los participantes. “Frente al sistema extractivista que sustenta la economía chilena, debemos organizarnos desde la autonomía de nuestras tierras recuperadas, protegiendo nuestros recursos y fortaleciendo nuestra soberanía territorial.”
La Industria y el Extractivismo
El diagnóstico territorial fue contundente: Chile ha instalado un modelo económico extractivista que, durante 199 años de ocupación militar y cultural, ha agotado los recursos de Wallmapu en beneficio de mercados extranjeros.
Denuncias clave:
- Monocultivos forestales, hidroeléctricas, salmoneras, turismo invasivo y explotación minera.
- Control de precios: Empresas como Walmart, Cencosud, Soprole y Nestlé asfixian a los productores.
- Destrucción del Küme Mongen: Problemas como mala salud, violencia, pobreza y corrupción afectan a las comunidades.
“El Estado y las transnacionales no restituyen los nutrientes ni respetan la sostenibilidad ambiental,” enfatizaron. “En su lugar, perpetúan ciclos de explotación, sin considerar a los habitantes originarios que han protegido estas tierras por generaciones.”
Orden Establecido y los Abusos
Los asistentes analizaron cómo el sistema chileno está diseñado para favorecer la concentración de riqueza y eliminar cualquier proyecto que no se ajuste al modelo extractivista. Ejemplos como la colusión en mercados, la creación de oligopsonios y la corrupción en instituciones estatales y empresariales evidencian la falta de justicia.
Un caso expuesto fue el de una trabajadora de supermercado, quien recibe su sueldo de una cadena como Cencosud, pero debe gastarlo en las mismas empresas (supermercados, farmacias, ferreterías) que la emplean, perpetuando un ciclo de pobreza. “Este sistema está diseñado para quitarle al trabajador todo lo que produce», sentenciaron los convocados.
Racismo y Salud Mental
Otro punto crítico fue la salud mental colectiva, marcada por un racismo estructural que invisibiliza el valor del pueblo mapuche. La narrativa impuesta por el Estado y sus instituciones ha borrado deliberadamente los aportes históricos del pueblo mapuche, alimentando prejuicios y exclusión.
Los asistentes recordaron los vínculos históricos entre mapuche y chilenos, como los promovidos por José Miguel Carrera y Venancio Coñoepan durante la independencia. Sin embargo, señalaron que estos lazos fueron destruidos por los intereses de quienes terminaron gobernando. “Es hora de recuperar nuestra historia y darle un lugar al reconocimiento mutuo», declararon.
Restitución de Tierras y Modelo Económico
La restitución de tierras fue otro eje central del trawün. El sistema subsidiario actual, que devuelve tierras agotadas sin capital ni proyectos de desarrollo, perpetúa la pobreza en las comunidades. Además, fomenta el mal uso del individualismo, dificultando proyectos colectivos que puedan sostener la soberanía alimentaria y económica.
Propuestas concretas:
- Protección de tierras: Evitar remates y confiscaciones.
- Industrialización sustentable: Impulsar modelos regenerativos que valoren los recursos locales.
- Convivencia colectiva: Fomentar la participación de trabajadores, empresas e instituciones.
- Acuerdos internacionales justos: Establecer pactos de respeto y justicia con otras naciones.
“El rol del Gvlmen es clave,” señalaron. “Debemos consolidar su función como fiscal de las riquezas, asegurando una administración justa de nuestras abundancias.”
Compromisos y finalidades
El trawün concluyó con un llamado a la unidad y la acción coordinada entre todos los territorios de Wallmapu. “Construir un sistema económico propio es imprescindible para garantizar la autonomía de nuestras comunidades y respetar a la Ñuke Mapu», subrayan.
Entre los objetivos principales, los asistentes destacaron:
- Reconfigurar la economía mapuche hacia un modelo regenerativo y autosustentable.
- Denunciar y resistir las consultas indígenas que buscan imponer acuerdos desfavorables.
- Promover la justicia y la transparencia en los mercados.
- Fortalecer la identidad mapuche y su representación en todos los niveles.
“La lucha por la soberanía no termina aquí,” afirmaron los representantes. “Seguiremos trabajando para proteger nuestras tierras, fortalecer nuestra autonomía y construir una paz duradera basada en el entendimiento y la justicia.”
El trawün en Huite dejó un mensaje claro: la resistencia mapuche es inquebrantable, y sus comunidades están dispuestas a seguir luchando por un Wallmapu soberano, donde el buen vivir y el respeto por la Ñuke Mapu sean la base del futuro.
Por Raigan Nawel