El pasado 13 de noviembre de 2024, se llevó a cabo una reunión clave en Santiago entre el interventor judicial de Chilterra, Patricio Jamarne, y representantes de las comunidades mapuche, junto a delegados de Rabobank, incluido su gerente legal, Juan Ignacio Macuada. Este encuentro buscó destrabar un proceso marcado por demoras y obstáculos, en el que las comunidades aspiran a recuperar tierras ancestrales y desarrollar un modelo de economía sustentable basado en la industrialización alimentaria regenerativa.
Proceso y desafíos pendientes
El traspaso de tierras de Chilterra a las comunidades mapuche, enmarcado en la Ley Indígena 19.253 y respaldado por subsidios de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI), ha enfrentado dificultades significativas. Según los representantes mapuche, las negociaciones con los propietarios de Chilterra lograron un acuerdo, pero los avances se vieron entorpecidos por dilaciones administrativas y la negativa de algunos actores clave, como el exrepresentante de la Junta de Acreedores, Enrique Ortiz.
Entre los desafíos identificados destacan la necesidad de acelerar trámites administrativos con el Conservador de Bienes Raíces de Los Lagos y resolver la deuda de contribuciones pendiente de Chilterra, aspectos que afectan la viabilidad del proceso.
Un modelo económico sustentable
El proyecto Küme Ülmen, impulsado por comunidades y trabajadores mapuche, busca transformar estas tierras en un centro de producción lechera sostenible, con un enfoque en la industrialización alimentaria regenerativa. Este modelo económico no solo apunta a garantizar el empleo y la autosuficiencia de las comunidades, sino también a promover prácticas agrícolas que respeten y regeneren el medio ambiente.
Expectativas tras el encuentro
Durante la reunión, se destacó la necesidad de ratificar formalmente los compromisos adquiridos, asegurando que las declaraciones de buena voluntad se traduzcan en acciones concretas. Las comunidades subrayan la importancia de establecer plazos claros para la resolución de los trámites pendientes y la formalización del acuerdo de venta.
Además, se destacó la relevancia de este proceso como un precedente para futuras negociaciones apuntando a relaciones más equilibradas y respetuosas donde se impulse un Wallmapu unidos a todas sus formas de vidas.
El avance en estas gestiones no solo permitirá a las comunidades mapuche recuperar sus tierras ancestrales, sino también implementar un modelo de desarrollo económico que contribuya al bienestar. Las próximas semanas serán clave para determinar si las partes involucradas logran concretar este acuerdo histórico.
Por Raigan Nawel