Chile enfrenta serias críticas por su postura ante los esfuerzos de la nación mapuche por alcanzar un entendimiento que permita la paz en un conflicto que ya se acerca a los 200 años. Las señales provenientes del Estado chileno son claras: instituciones plagadas de corrupción, diálogos con interlocutores no representativos, la evitación de la demanda histórica y el tratamiento de temas suplementarios. Estas acciones han generado un ambiente de abuso, distorsión y opacidad, lo que agrava la situación en lugar de encaminar soluciones.
Frente a este escenario adverso, los trawün (reuniones deliberativas) vuelven a ser los espacios donde las comunidades mapuche unifican criterios y refuerzan su organización ancestral. Desde Panguipulli, Lago Ranco y Victoria, y ahora con la suma de otras comunidades en Wallmapu, los trawün se consolidan como el pilar político ante el intento de frenar la restitución territorial por parte de sectores como la Multigremial chilena, con su plan «Pozo sin fondo», cuyo nombre refleja la nula intención de resolver un problema histórico de justicia.
Defensa, protección y reivindicación
Desde la comunidad en Victoria, se hizo un llamado a un trawün realizado en el fundo “Los Zapadores”, un territorio actualmente bajo protección comunitaria, al que desde las autoridades chilenas se refiere como “en toma”. Los asistentes declararon: “Hemos decidido enfrentarnos unidos y articulados frente a la contingencia y la intransigencia de aquellos que se creen los dueños de la región y de nuestras tierras”.
Esta postura surge frente a señales contradictorias sobre la devolución territorial, la incertidumbre respecto a los alcances de la Comisión de Paz y Entendimiento, el extremismo anti-mapuche promovido por la Multigremial de la Araucanía, la SOFO y ciertos parlamentarios, y el perfeccionamiento de los mecanismos legales que persiguen y criminalizan la defensa del territorio mapuche.
En un reciente fütxatxawün (gran reunión) realizado entre Victoria y Curacautín el 16 de noviembre, las comunidades llamaron al gobierno chileno a rectificar su postura y asumir una posición más neutral: “Terminar con la militarización y encaminar una devolución territorial contundente a las comunidades sería un potente indicador de avance en el pago de la deuda histórica, que hoy no es más que un discurso político”, señalaron en un comunicado.
La asamblea mapuche instó a intensificar las movilizaciones en todos los territorios, reafirmando: “Unidos por la defensa, protección y recuperación de nuestro territorio”.
Campaña discriminatoria
Mientras tanto, desde Valparaíso, la diputada mapuche Emilia Nuyado enfrenta las tensiones en el Congreso, donde debe escuchar las declaraciones racistas y anti-mapuche de parlamentarios como Harry Jürgensen y Gloria Naveillán, ambos miembros de la Comisión de Agricultura. Según Nuyado, “ellos se asustan y encuentran amenazantes los procedimientos de reivindicación de las comunidades y las instituciones que buscan levantar para sostener una administración propia”.
La diputada también criticó duramente el plan «Pozo sin fondo» de la Multigremial del Sur, señalando en redes sociales: “Los representantes de la Multigremial deben entender que el denominado ‘pozo sin fondo’ terminará cuando ustedes devuelvan las tierras usurpadas”. Asimismo, calificó la propuesta como una “campaña discriminatoria y negacionista que hace imposible llegar a un entendimiento y lograr la añorada paz”.
Nuyado extendió un llamado al pueblo mapuche para mantenerse firmes en sus demandas de justicia, restitución y reparación por el despojo histórico de sus tierras y territorios: “El Pueblo Mapuche debe continuar firme en la lucha por sus derechos”, concluyó.
La intransigencia del Estado chileno y de sectores poderosos demuestra que la paz sigue siendo esquiva, pero el pueblo mapuche reafirma su compromiso con la justicia y la defensa de su territorio, consolidando su lucha a través de sus tradiciones ancestrales y el diálogo en los trawün.
Por huenumil Caniqueo