La empresa eléctrica noruega Statkraft, con intereses en Chile y Wallmapu, ha estado en el centro de un largo conflicto con la nación mapuche por la explotación de las riquezas del río Pilmaiquén, ubicado en la Fütawillimapu (actualmente la región de Los Ríos). La empresa ha sido acusada de interferir en los asuntos internos de las comunidades mapuche, provocando divisiones y tensiones con el fin de favorecer sus operaciones extractivistas. En respuesta, más de 120 comunidades mapuche han activado el Ayllasrewel del Ngen Mapu Kintuante, una asamblea ancestral que convoca a las autoridades espirituales, políticas y militares del pueblo mapuche para defender la soberanía territorial amenazada, tanto por el Estado chileno como por empresas extranjeras.
El conflicto y resguardo del Ngen Mapu Kintuante
El Ngen Mapu Kintuante es un sitio ceremonial sagrado para las comunidades mapuche, vinculado profundamente con la espiritualidad y la cosmovisión de la nación. Durante siglos, el pueblo mapuche ha defendido su territorio contra múltiples invasiones, desde los incas y los españoles, hasta las campañas militares de Chile y Argentina en el siglo XIX, como la «Pacificación de la Araucanía» y la «Campaña del Desierto». A pesar de estos ataques, la nación mapuche ha mantenido su identidad y ha resistido los intentos de colonización cultural y territorial.
Actualmente, el río Pilmaiquén y sus aguas tienen un significado crucial para las comunidades mapuche, siendo no solo una fuente de vida sino también un vínculo espiritual con sus antepasados. Sin embargo, las intervenciones de empresas extranjeras como Statkraft han impactado negativamente el territorio y la vida comunitaria.
Statkraft y su modelo extractivo
Statkraft, empresa de capital noruego, comenzó sus operaciones en Chile en 2014 al adquirir los activos de SN Power y, más tarde, los de la Sociedad Eléctrica Pilmaiquén. Desde entonces, la empresa ha desarrollado proyectos hidroeléctricos en la región, incluyendo la central de pasada Los Lagos, que ha sido fuertemente resistida por las comunidades locales. Aunque en 2023 la compañía anunció el abandono del proyecto hidroeléctrico Osorno, ubicado también en el río Pilmaiquén, su presencia en la región sigue siendo fuente de conflictos.
A través de su página web, Statkraft se presenta como una empresa comprometida con la producción de energías renovables, con una capacidad instalada de 321 MW en Chile y proyectos adicionales de energía solar y eólica en desarrollo. No obstante, las comunidades mapuche denuncian que, a pesar de su imagen de sostenibilidad, la compañía practica un modelo extractivo que desarticula las organizaciones locales, desacredita las resistencias y exporta los beneficios económicos a Noruega, dejando impactos negativos en el territorio.
Intervención y manipulación comunitaria
En medio de las tensiones, las comunidades mapuche denunciaron la intervención de Statkraft en el proceso de consulta indígena que se lleva a cabo en relación con los hallazgos arqueológicos en el curso fluvial del río Pilmaiquén, donde se construye la central Los Lagos. Según las denuncias, la empresa introdujo abogados y asesores externos, quienes habrían cooptado a ciertas comunidades para apoyarlas en sus operaciones. Entre los abogados mencionados están Branislav Marelich, exdirector del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH); Lautaro Loncón, asesor de Elisa Loncón en la Convención Constitucional; y Hugo Castro Charles, exmiembro de la Fundación Instituto Indígena.
Las comunidades acusan a Statkraft de negarles el acceso a los sitios arqueológicos objeto del proceso de consulta y de realizar reuniones en lugares que no son culturalmente pertinentes. Además, denuncian la profanación del rewe (altar ceremonial) en el sitio sagrado del Ngen Mapu Kintuante, lo que ha profundizado el conflicto y generado mayor resistencia por parte de las comunidades.
Divisiones y cooptación de liderazgos
Statkraft también ha sido acusada de fomentar divisiones dentro de las comunidades mapuche, permitiendo la entrada solo de aquellas que no se oponen a sus proyectos y promoviendo la participación de empresarios mapuche favorables a la empresa, como Andrés Antivil, quien ha sido expulsado de otros territorios por «destruir el tejido social». Esta estrategia de “buenos y malos” mapuche ha generado conflictos internos, debilitando la cohesión comunitaria y favoreciendo los intereses de la empresa.
En un comunicado extenso, el Ayllasrewel del Ngen Mapu Kintuante afirmó que la consulta indígena se inició gracias a la solicitud de las comunidades defensoras del río Pilmaiquén y que fue respaldada por la Corte Suprema de Chile. Sin embargo, denuncian que Statkraft intentó controlar el proceso y, tras no lograr evitar la consulta, ofreció financiarla a través del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), lo que fue visto como una maniobra para influir en los resultados.
El proceso de consulta, que comenzó en noviembre de 2023, ha sido cuestionado por las comunidades debido a la realización de reuniones paralelas promovidas por Statkraft y avaladas por el CMN. Esta fragmentación, según las comunidades, vulnera los principios de buena fe y la participación equitativa en el proceso. La CONADI, contraparte técnica en la consulta, también ha expresado su desacuerdo con estas acciones, denunciando la ilegalidad de las decisiones del CMN.
Apoyo internacional y queja ante la OCDE
El conflicto ha llegado a instancias internacionales. El 19 de septiembre de 2024, el Punto Nacional de Contacto (PNC) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en Noruega aceptó la queja presentada por las comunidades mapuche contra Statkraft. Entre las denuncias aceptadas, se encuentran la falta de diligencia debida, la falta de participación significativa de las comunidades en la toma de decisiones y la insuficiente evaluación de los impactos ambientales de los proyectos.
Las comunidades, acompañadas por representantes del pueblo Sami, otro grupo indígena afectado por las actividades de Statkraft en Noruega, continúan luchando por la defensa del río Pilmaiquén y del Ngen Mapu Kintuante. La figura de la Machi Millaray Huichalaf ha sido reconocida como una líder clave en este proceso, reforzando la legitimidad de la resistencia mapuche.
Defensa del territorio y el patrimonio ancestral
En su comunicado oficial, el Ayllasrewel reiteró que seguirán denunciando las acciones de Statkraft, a pesar de los intentos de la empresa de dividir a las comunidades mediante programas y consultorías. Cada vez más personas y organizaciones se están uniendo a la defensa del río Pilmaiquén, conscientes de que la construcción de centrales hidroeléctricas amenaza no solo la biodiversidad, sino también los derechos ancestrales y la salud espiritual del territorio.
“Noruega, a través de Statkraft, no puede ignorar el carácter sagrado del río y del complejo Ngen Mapu Kintuante. La construcción de centrales corta los ciclos ancestrales que nos conectan con nuestros antepasados. El Pilmaiquén es una fuente de salud y bienestar espiritual para nuestras comunidades. Es nuestra responsabilidad proteger este espacio sagrado y mantener el equilibrio ambiental, social y espiritual de nuestra tierra”, concluyen las comunidades.
Por Raigan Nawel