Este domingo 13 de octubre de 2024 culmina el único campeonato de palin que se juega en el territorio del País Mapuche, Wallmapu, reafirmando el valor cultural y la unidad de las comunidades mapuche a través de esta ancestral práctica deportiva. Organizado en las comunas de San Pablo y San Juan de la Costa, este evento no solo congrega a equipos locales, sino que genera un importante lazo entre los jóvenes que han emigrado desde sus comunidades de origen, quienes regresan para representar a sus familias y territorios en este encuentro único.
El evento culmine se desarrollará en el palitukewe de Cancha Larga, a unos 35 km de Osorno, está ubicado en un territorio ancestralmente habitado por los Kunko, una de las identidades territoriales mapuche. Estos territorios, que se extienden entre La Unión y Maullín por la costa, siguen siendo custodiados por los descendientes de aquellos que participaron en el gran Traftun de Curaco-Quilacahuín (1932-1936). En ese histórico encuentro, los líderes mapuche establecieron importantes normas para proteger la integridad cultural y moral de su pueblo, prohibiendo vicios como el alcohol y los juegos de azar “que se extirpe el consumo del alcohol y juegos de azar de Valdivia al sur ya que estos vicios degeneran física y moralmente la vigoriza raza india – mapuche” expresa en el punto 9 del memorial de la época en su contenido.
Palin: Formación, Respeto y Reconexión
El palin, como parte del Kollellaulliñ —conjunto de artes marciales mapuche—, no es solo un deporte, sino una herramienta educativa que fomenta valores como la disciplina, el respeto y el compromiso con Wallmapu. Omar Lara, líder del equipo campeón “Los Madereros de Quilquico”, recuerda cómo en su infancia las autoridades chilenas prohibían estas prácticas en las escuelas:
«Cuando íbamos a la escuela de Cancha Larga, el profesor nos quitaba las chuecas (wiños) que llevábamos para jugar a la guerrilla, y prohibía a mis compañeros hablar en su idioma», relata. Hoy, con 50 años, Omar vuelve a esas mismas escuelas para enseñar palin:
«Cada vez que lo practicamos, veo que los estudiantes se fortalecen y muestran mucho respeto», destaca Lara, quien ha visto cómo esta práctica ancestral transforma las actitudes de los jóvenes y los reconecta con su identidad mapuche en sus talleres que realiza en la escuela de Quilacahuín.
Desafíos y Proyección
Víctor Cuchipe Canquil, presidente de la Asociación Inche Newen Mapu, destaca el esfuerzo y compromiso que ha requerido la organización de este campeonato a lo largo de los años:
«Llevamos más de 10 años consecutivos organizando el campeonato y ha sido todo un desafío. Para que perdure, estamos introduciendo el palin en las escuelas, asegurando así que las futuras generaciones continúen esta tradición», explica Cuchipe, subrayando la importancia de formar nuevos jugadores que representen a sus equipos.
También plantea la intención de revitalizar otras disciplinas del Kollellaulliñ, como el linao, la pilma y el mutratun, para fortalecer las artes marciales mapuche.
Lazos en el Lado Argentino del País Mapuche
Además, Cuchipe Canquil subraya los esfuerzos por fortalecer los lazos con las comunidades del lado argentino del País Mapuche, especialmente en Fusrilofche (Villa La Angostura). Equipos de esa región serán invitados al Encuentro Nacional de Palin, que se celebrará en diciembre de 2024. Este encuentro no solo celebrará el deporte, sino que buscará consolidar la cooperación y la unidad entre las naciones hermanas que conforman Wallmapu.
El campeonato de palin no es solo un evento deportivo, también una manifestación cultural que refuerza la identidad y el orgullo del pueblo mapuche. A través del palin, se transmiten los saberes ancestrales que, generación tras generación, han mantenido viva la esencia de la nación mapuche, permitiendo que los jóvenes se comprometan con su cultura, su territorio y el legado de sus ancestros en Wallmapu.
Por Raigan Nawel.