Wallmapu está conformado por territorios que albergan pueblos e identidades que componen la nación mapuche, como los Williche, Wenteche, Nagche, Lafkenche, Picunche, Puelche y Ranquelche, entre otros. Estos pueblos extienden sus vivencias entre los océanos Pacífico y Atlántico, y sus territorios cuentan con una organización ancestral liderada por lonko – Gvlmen, entre quienes también hay mujeres que asumen esa responsabilidad.
El 5 de septiembre de 2024 se conmemora el Día Internacional de la Mujer Indígena. Sin embargo, esta conmemoración, según lo planteado por las instituciones estatales, ha perdido su carácter reflexivo y se ha transformado en una celebración. Pero ¿hacia dónde debería apuntar esta fecha? En este contexto, Verónica Henríquez Antimanque, de Paillako, y Clementina Lepio Melipichun, de Chilüwe (Castro), expresan la importancia de reconocer la protección y defensa de la tierra como un propósito fundamental del pueblo mapuche.
La Autoridad Nacional
La Autoridad Nacional Ancestral Mapuche, donde se depositan las intervenciones y deseos del pueblo que lideran, se refleja en cada trawün (asamblea), con la participación de hombres y mujeres que han heredado el mandato ancestral de sus antepasados. Estos líderes congregaron a un pueblo que, como consecuencia de la invasión, fue descabezado de sus mandatarios.
En Paillako, territorio de la Fütawillimapu, Verónica Henríquez Antimanque, desde Itropulli, expresa que su levantamiento como autoridad surge ante «la urgente necesidad de defender los derechos de la ñuke mapu (Madre Tierra), priorizándolos incluso por encima de los derechos humanos. Si perdemos las condiciones de la tierra, la vida de los humanos y de otras especies estará en peligro», puntualiza.
Desde Quilquilko, en Chilwe (Chiloé), Clementina Lepio Melipichun, quien lidera en la cordillera del Piwchen y otros parajes, comparte su visión enfocada en el futuro: «La conciencia sobre el cuidado de la casa común, la ñuke mapu, debe germinar desde la infancia, para garantizar la protección y defensa de nuestra tierra», sostiene.
Todas las formas de vida
Ambas dignatarias aclaran que la visión mapuche busca siempre el bien común, con la responsabilidad de recuperar, cuidar y defender los territorios, además de desarrollar proyectos propios en diversas áreas necesarias para la autonomía. Estos mandatos continúan siendo planteados por las autoridades políticas ancestrales en la Fütawillimapu, el espacio geopolítico del sur de Wallmapu.
En relación a los derechos, Verónica Henríquez Antimanque explica: «El derecho de un ser humano es importante, pero para nosotros, los mapuche, el derecho de la ñuke mapu es aún más primordial. Si un weichafe (guerrero) pierde la vida, nuestra lucha continúa, pero si destruimos la ñuke mapu, la vida en general se ve afectada. Debemos reivindicar los derechos de la tierra en ámbitos como la educación, la salud y el desarrollo».
Tanto Henríquez Antimanque como Lepio Melipichun han liderado procesos de recuperación de tierras ancestrales. Clementina Lepio Melipichun encabeza la recuperación del Fundo Alto de Gamboa, cercano a la ciudad de Castro en Chilüwe. Por su parte, Verónica Henríquez Antimanque, autoridad ancestral política mapuche, lidera la defensa de los territorios en Itropulli, Paillako, junto a las comunidades. Esta lucha la ha llevado incluso a ser secuestrada, amenazada de muerte y enfrentarse a continuos intentos de desalojo del lugar.
El territorio es extenso, y protegerlo implica grandes desafíos. Lepio Melipichun señala: «Es necesario caminar con convicción y realizar actividades permanentes, escuchando a la gente, levantando información, socializando en las comunidades y visitando constantemente a los antiguos mapuche para reafirmar su sabiduría. Es importante estar presente en cada intervención política y en los proyectos territoriales, educativos, reivindicativos y culturales en las grandes tierras del sur», concluye.
Por Raigan Nawel