Las distorsiones de mercado, las colusiones manejando a su antojo los precios y la elusión para evitar los impuestos, son algunos de los abusos que tiene que soportar la población Mapuche y chilena sin encontrar la justicia nunca presente en la gente de bien.
El trigo ha llegado a precios histórico más bajo, la responsabilidad empresarial económica donde quienes han jugado el papel son los supermercados, el retail (venta en detalle), las forestales que amparado por delitos no castigados mencionados anteriormente se suman las molineras que, carroñería mediante, se instalan a esperar alrededor de los puertos y acaparar para fijar los precios en desmedro de la producción nacional donde cuyas mayores extensiones de siembra se desarrolla en Wallmapu
El cartel de la colusión molinera
La concentración de poder en un reducido número de actores se manifiesta en las evidencias existente en torno a la importadora de granos agroindustrial G9 con domicilio en General Holley 2381, Providencia – Santiago cuyo desglose accionario muestra a Agrocomercial Cerealim Ltda (6,32%), Heredia Molinos S.A (6,89%), Molinera Aconcagua S.A (5,22%), Molinera del Maipo S.A (6,2%), Molino Balmaceda S.A (15,71%), Molino de Casablanca S.A (3,29%), Molino Koke SACI (14,44%), Molino La Estampa S.A (17, 75%), Molinos Linderos S.A (6,87%), Molino Puente Alto S.A (17,31%) (https://www.portalchile.org/…/importadora-de-granos-g-9…).
Una organización de este tipo repercute en el trabajo y uso de la tierra que tiene a trabajadores empobrecidos, un alto desgaste producto del extractivismo, una calidad de vida carente de armonía, destrucción de las otras formas de vidas y consumidores agobiados con sueldos que sólo pueden destinar a comprar un pan encarecido.
Que los molineros se hayan coludido viene motivado por una exportación subsidiada de proveedores como Canadá, cuyas producciones de granos son protegidas con programas como el Agristability y AgriInvest donde los agricultores pueden soportar caídas de ingreso y reciben contribuciones gubernamentales con el fin de gestionar los riesgos; en el caso de EE.UU los subsidios incluyen pagos directos a ciertos cultivos como el Maíz, el trigo y la Soja con programas de asistencia diseñados para la protección a agricultores de fluctuaciones de precios y asegurar la despensa nacional; en el caso Europeo existe la Política Agrícola Común (PAC) de la Unión Europea que proporciona apoyo directos regulando los costos respecto a oferta y demanda, el PAC busca promover un desarrollo que mantenga viabilidad, prácticas agrícolas sostenibles preservando el entorno rural.
De lo anterior sacan provechos los carteles empresariales que en vez de promover política de responsabilidad con la población y el territorio, aprovechan el salto para sacar dividendos y abultar sus carteras a costa de la necesidad poblacional en la que están insertos.
Mientras los delitos financieros no tengan castigo y no se asuman responsabilidades el empobrecimiento se seguirá extendiendo, el establishment no puede seguir amparando sus malas acciones en insistir con el montaje hacia quienes contemplan en su historial una larga lucha por la vida y protección de las riquezas de la ñuke mapu.
Por Raigan Nawel